Esteban Chaves, ciclista colombiano.
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Esteban Chaves sube a la segunda casilla, en un día animado por Alberto Contador

Chris Froome se mantiene al frente de la competencia.

El polaco Tomasz Marczynski (Lotto-Soudal), un aventurero del ciclismo, sacó petróleo de la numerosa fuga que marcó la jornada alzando los brazos como vencedor de la sexta etapa de la Vuelta a España disputada entre Vila-Real y Sagunt, de 2014,4 kilómetros, en la que el británico Chris Froome (Sky) retuvo el jersey rojo de líder.

Marczynski (Lotto-Soudal), ciclista de Cracovia de 33 años, afincado en Granada desde hace 4 años "por amor", el mismo que dejó todo en Polonia para ser ciclista en España hace 15 años, ganó la partida al esprint a su compatriota Pawel Poljanski (Bora-Hansgrohe) y al español Enric Mas (Quick Step), los últimos supervivientes de una escapada que marcó la jornada.

Un día muy movido, de desgaste en el que Alberto Contador volvió a revolucionar la carrera con un ataque en el Puerto del Garbí que obligó al líder a emplearse a fondo y puso en apuros a los hombres fuertes de la general, que finalmente llegaron juntos a meta a 26 segundos del ganador.

No todos estaban, pues David de la Cruz cedió al líder 17 segundos, el estadounidense Van Garderen, que sufrió dos caídas, 22 y el francés Romain Bardet se hundió con un retraso de 6 minutos.

No hubo estropicios en la general, donde se mantuvo firme Froome, que tuvo que bailar al son de Contador, pero sin perder los nervios ante los ataques del madrileño, quien echó en falta más colaboración de otros equipos interesados en el podio.

Froome aguantó en el primer escalón con los mismo 11 segundos sobre el colombiano Esteban Chaves y 13 respecto al irlandés Nicolas Roche (BMC). Van Garderen retrocedió del segundo al cuarto puesto, a medio minuto.

Etapa de teórica tregua, que no de vacaciones a pesar de que la Vuelta huele estos días a Mediterráneo. Más de 200 kilómetros entre la ciudad de la cerámica y del "Submarino amarillo" y Sagunt, medio siglo después receptora de la ronda. Calor y cinco puertos en 2.600 metros de desnivel acumulado.

Tras la salida al costado del estadio El Madrigal la batalla no se hizo esperar y enseguida el pelotón se dividió entre 27 escapados y 164 perseguidores que rodaron al compás que marcó un día más el Sky del patrón Froome.

Entendimiento inicial en la avanzadilla, donde viajaban además del polaco vencedor los españoles Antonio Pedrero, José Joaquín Rojas, Marc Soler (Movistar), "Luisle" Sánchez (Astana), Enric Mas (Quick Step), Arroyo (Caja Rural), los colombianos Atapuma (Emirates) y Pantano (Trek), el luxemburgués Jungels (Quick) y el líder de la montaña, Villella (Cannondale).

Fuerte ritmo en el ascenso al Alto de Alcudia y Puerto de Eslida, e intento de Jungels y Monfort en el Alto de Chirivilla, pero sin éxito, pues la presión de los hombres y Astana les arruinó sus intenciones en las primeras cuestas del Puerto del Oronet, por donde el grupo de favoritos pasó a 2.30 minutos.

Entró la fuga en las rampas del último puerto de la etapa, el Puerto de Garbí (2ª categoría), con sus 9,3 kilómetros al 5,1% de porcentaje medio. Y en ese escenario apareció Contador en versión ofensiva para romper el orden del Sky con un cambio de ritmo que saltó las alarmas en la tropa de Froome, obligado a soldarse a la rueda del madrileño.

Un cambio de ritmo que aisló a Froome, seleccionó el grupo de los gallos y redujo las diferencias a 1.37 minutos sobre el grupo delantero. De nuevo el baile del madrileño, un corredor que despierta las pasiones entre la afición como ningún otro. Insistió el de Pinto en sus ataques hasta quedarse con Froome y el esloveno Polanc.

En la persecución cayeron Van Garderen y el colombiano Carlos Betancurt y se descolgaron los Aru, Nibali, Yates, Chaves y otros nombres del top ten.

La escapada parecía sentenciada, pero la rebelión se mantuvo en Marczynski, Enric Mas y Poljanski. Dos polacos y un español, armados de ilusión y fuerza y decididos a no estropear una interminable fuga de todo el día. Apenas unos segundos resultaron suficientes para jugarse la victoria entre ello, mientras por detrás los favoritos se volvían a juntar, ya conformes.

Al final lo intentó el más joven del trío, Enric Mas, pero la respuesta de Marczynski fue letal. Se llevó la etapa un romántico y aventurero del ciclismo, un ciclista que siendo sub'23 abandonó su país, la universidad y todo para irse a buscar la vida a España. Quería ser ciclista. Un autobús le dejó en Zaragoza tras 50 horas de viaje, durmió en la estación y al día siguiente llegó a Pamplona.

Le dieron una oportunidad en el equipo Telcom, luego se marchó a Italia, y desde hace 4 años vive en Granada "por amor". "Nunca se debe dejar de luchar y trato de vivir cada minuto de la vida". Si alguien merecía un premio del ciclismo, ese era Tomasz Marczynski.

Este viernes de disputa la séptima etapa entre Llíria y Cuenca, con un recorrido de 207 kilómetros.

EFE
 

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